Los más pequeños comienzan su camino en la Colonia, donde, a través del juego, desarrollan su creatividad, socializan con otros niños y aprenden los valores del escultismo de una manera lúdica y dinámica. Aquí se fomenta el espíritu de curiosidad y la diversión en un entorno seguro y enriquecedor.
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Los niños y niñas de esta etapa forman parte de la Manada, inspirada en El Libro de la Selva de Rudyard Kipling. A través del juego, la cooperación, aprenden valores como la amistad, el respeto y la responsabilidad en un ambiente de compañerismo y aventura. Además de los propios del escultismo.
En la Sección Scout, los scouts viven grandes aventuras al aire libre, desarrollando habilidades de liderazgo, autonomía y trabajo en equipo. Mediante las especializaciones, fortalecen su habilidades y aprenden a superar retos con esfuerzo y creatividad.
La Unidad Esculta es el espacio donde los escultas asumen mayores responsabilidades y planifican sus equipos de especialización con los que consiguen aprender más. A través de la empresa, asumen responsabilidades y fortalecen su compromiso con el grupo.
El Clan es la etapa final del camino scout, donde los jóvenes se preparan para ser ciudadanos activos y comprometidos. Mediante el servicio, la aventura y la toma de decisiones, los rovers dejan huella en su comunidad y en el mundo.
Además de nuestras secciones, contamos con un equipo de Scouters (monitores y monitoras) que dedican su tiempo y esfuerzo para guiar y acompañar a los niños y jóvenes en su desarrollo dentro del escultismo.
Como dice una de nuestras canciones..cada sección tiene sus cosas buenas...